"Trabaja como si no necesitaras el dinero, ama como si nunca te hubieran hecho daño y baila como si nadie te estuviera observando" La creatividad surge de manera espontánea pero se limita a medida que vamos creciendo. Cualquier niño pequeño es creativo, porque todavía no tiene grabadas en su mente los prejuicios, razonamientos, todo aquello que no permite al adulto experimentar libremente. Los mayores dejan de dibujar en cuanto lo que pintan no les parece suficientemente estético, o tienen miedo de dejarse llevar por la música por miedo a hacer el ridículo. Todos estos condicionamientos reprimen la capacidad creativa y expresiva. La creatividad se nutre de sensaciones, sentimientos, del caos, de lo desconocido. Necesita espacio, posibilidades... todo lo opuesto al orden y al acotamiento que impone el pensamiento lógico. Por eso, si se quiere desarrollar la capacidad creativa es fundamental rescatar dos cualidades esenciales de la niñez: la curiosidad y la liberta